Desde hace ya bastantes cursos, el Colegio es un punto de recogida de tapones de plástico destinados al reciclaje y con ello a la obtención de fondos económicos para la ayuda a niños-as afectados por enfermedades raras, como es el actual caso de Izara, una niña que padece Aciduria Glutárica Tipo 1.
Familias, alumnado, profesorado y vecinos aportan aquí los tapones de uso doméstico.
Con el fin de evitar un almacenamiento excesivo, aproximadamente cada dos meses, los tapones recogidos son trasladados por una maestra al punto de recogida habilitado en el polideportivo "Juan María Parés" de Cabezón de la Sal.
En la tarea de traslado colabora también el alumnado, como en esta ocasión, en que la clase de 4º de Primaria ayuda a traspasar los tapones del bidón-contendor a bolsas de plástico.
Concretamente se ha llegado a llenar dos bolsas grandes, que sumaban aproximadamente unos 20 kg, que es la cantidad que se suele alcanzar cada dos meses.
Sirven los tapones de un sinfín de
envases, si bien han de ser de polietileno o polipropileno e incluir el símbolo
de reciclaje 2 ó 5,
sin más requisitos.
Una
vez se recogidos y
trasladados, acaban sirviendo como materia prima para que otras empresas los reciclen. En
concreto, los transforman en granza,
un material de fabricación para hacer objetos y materiales muy diversos.De este modo se consigue un beneficio ambiental y solidario.Se paga entre 200 y 300
euros por tonelada.
Los tapones del colegio de Terán entregados en Cabezón de la Sal.
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