lunes, 19 de febrero de 2018

TALLER DE COCINA DE CARNAVAL: FRISUELOS/BUÑUELOS


Finalmente el temporal permitió celebrar el aplazado y esperado Carnaval.
La jornada festiva arrancó con el tradicional Taller de Cocina de Carnaval,  en el que la clase de Quinto de primaria, dirigida por la cocinera Mónica Calderón, se encargó de elaborar los frisuelos/buñuelos de Carnaval que fueron ofrecidos como rico desayuno para todo el colegio.
Y es que como dice un Dicho de carnaval en Liébana: “ Sábado frisueleru, domingo torrezneru, lunes buen pucheru, martes el gallón y el miércoles se acabó la función ”.
Por la época del año en que tiene lugar, el carnaval era también un momento de hartazgo y exceso en lo gastronómico, ya que coincidía con la matanza del chon y además precedía a la Cuaresma, un tiempo de privación.
En lo valles altos: Polaciones, Liébana y Campoó se hacían frisuelos, una masa líquida, pero espesa ( similar a la de los crêps) frita en abundante aceite y espolvoreada con azúcar.
En Cabuérniga, lo más propio del carnaval eran las tostadas de pan o “torrejas”, que se freían en la grasa del marranu. También se hacían durante todo el año unos “tortos fritos”, a base de harina de trigo, leche, huevo…similar a los frisuelos de los valles altos. Esta receta comenzó a circular a partir de los años 40 con la sección femenina.
Otra costumbre por el “Antruidu” era empezar la “morcilla pudría”, o morcilla de año para añadir al cocido. Por estos días la olla iba “bien cumplida”. También las orejas y la careta del chon, que se había usado como máscara de carnaval, se echaban al puchero, ya desaladas.
Iniciada la Cuaresma, muchos de estas comidas eran “pecaminosas”. No sólo la carne, sino las cosas fritas con grasa de cerdo. Por eso se cuenta que, por ejemplo, los huevos se frían en leche.

Gracias a Mónica Calderón y a  Aparicio Gómez (también cocinero y experto en temas etnográficos).


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