EL JUEGO DE LOS RECREOS : "LAS CASETAS DE HOJARASCA"

Se inicia el tiempo de primavera, con su inminente llegada brotarán nuevas hojas de los árboles aún desnudos. Es el ciclo de la naturaleza y es también  el ciclo del juego. Las casetas de las hojas secas del otoño  han dado paso a las canicas, preludio de la sombra de las hojas verdes del verano…
El viento sur del otoño comienza el trabajo y barre las hojas de los robles del patio y las deposita, contenidas por el muro de piedra. Luego, las cuadrillas de niños-as eligen su rincón, su territorio y comienzan a crear los gruesos muros de casetas minimalistas, diseños en planta dibujadas con hileras de hojas. Rastrillos, palas recoge-hojas, escoba de mijo, de brezo, carretillo, cuévano pasiego, constituyen las herramientas básicas para este proceso eminentemente constructivo.

Laborioso trajín de hojas, definición de límites de vecindad, reparto equitativo de herramientas, división del trabajo, conflictos de propiedad…tan real como la vida misma. El juego es la vida misma.
Periódicamente, la lluvia trae la humedad, las hojas se apelmazan, cesa el juego hasta que el sur regresa de nuevo y vuelve el trajín; el ir y venir con hojas de un lado a otro del patio como laboriosas abejas de un enjambre.

El patio del colegio es un espacio vivo y vivido.
El patio del colegio es un espacio vital.